jueves, 6 de febrero de 2014

Contrapunto: premio al amor, 18 de julio de 1992

Contrapunto: Premio Al Amor

Publicado el 18/Julio/1992 | 00:00
CONTRAPUNTO: PREMIO AL AMOR. Por Diego Cornejo Menacho

Quito. 18.07.92. (Editorial) Anoche se proclamaron los nombres de Pedro Restrepo y Luz Elena Arismendy, para el "Premio internacional de la libertad 1992", que anualmente concede el "Centro internacional de derechos humanos del  Canadá".

Lo hicieron Simón Espinosa, Elsie Monge y un público solidario, y con sentido común y emotivo lirismo Margarita Lasso y Pueblo Nuevo y Jaime Guevara.

Duele decirlo, y avergüenza también, pero los Restrepo-Arismendy han hecho "méritos" para ser distinguidos internacionalmente de entre otros luchadores y víctimas de torturas, desapariciones forzadas y agresiones por parte de la fuerza pública.

Hoy, hace exactamente cinco años, seis meses y 10 días sus hijos imberbes, Carlos Santiago y Pedro Andrés, desaparecieron luego de haber sido capturados por elementos de la Policía Nacional.

La historia lo sabe en detalle todo el país. 
Y la verdad también.

Aquello se debe a la tenacidad, a la valentía y especialmente al amor de Pedro y Luz Elena para enfrentar la natural desesperación que cayó de pronto sobre sus vidas y aquel vendaval de agresiones, insultos, amenazadas y hasta descarnadas manipulaciones de su infame orfandad.

Después de una larga lucha personal, a la que se fueron sumando las gentes limpias de este país, y los organismos de derechos humanos, y las organizaciones sociales y de manera especial los medios de comunicación, el gobierno de Rodrigo Borja decidió, acertadamente, conformar una comisión internacional encargada de establecer la verdad de la desaparición de los muchachos. Entre tanto, informes contradictorios de la Policía Nacional pretendieron explicar el misterio por un fortuito accidente de tránsito, al que se añadieron imposibles y voraces "fluviomarinos" de una quebrada muerta, para dar alguna salida a la ausencia de restos humanos.

La comisión internacional estableció la verdad.
Por ella están detenidos supuestos responsables de la captura en Quito y desaparición de los hermanos Restrepo Arysmendy en la laguna de Colta.

Ahora el país espera que se haga justicia.
Aunque Pedro y Luz Elena jamás perderán la esperanza de encontrar los cuerpos, con vida o sin ella, de sus hijos, ellos vuelven con su tenacidad, su valentía y su amor a luchar contra la impunidad que podría precipitarse en la kafkiana "administración" de justicia del Ecuador.

Merecen el premio, aunque ponga en aprietos la imagen de nuestro país, porque se han convertido en estandartes de la defensa de los derechos humanos aquí.


Todos los miércoles en la Plaza Grande ya no son solo ellos los que reclaman por sus hijos y combaten contra las acechanzas de la impunidad. Está también Clorinda Guzmán de Garzón, madre de Gustavo Garzón, escritor desaparecido de la faz del planeta desde el 9 de noviembre de 1990. Y los progenitores de Consuelo Benavides. Y de otros más.


La desaparición de los hermanos Restrepo, en todo su absurdo, sirvió para que que se disolviera el SIC y se reorganizaran determinados estamentos de la Policía. Deberá servir también para que los culpables de esta y otras violaciones de los derechos fundamentales sean castigados conforme lo establecen las leyes.

La proclamación de los nombres de Pedro Restrepo y Luz Elena Arismendy para este premio, y la premiación que se espera, contribuirán para alejar de nuestro país ese fantasma que se cree dueño de la vida de los demás. (4a)

Fuente:
http://www.explored.com.ec/noticias-ecuador/contrapunto-premio-al-amor-57377.html

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