sábado, 20 de julio de 2019

Díaz, El escritor desaparecido, El Universo, 5 de marzo de 1991



Botella al mar
El escritor desaparecido.
(Rafael Diaz Icaza, El Universo, 5 de marzo de 1991).

El país necesita conocer que ha sucedido con el escritor Gustavo Garzón, desaparecido misteriosamente hace tres meses. Especialmente, el mundo literario universitario, existe marcado malestar, no es justificable, ni siquiera comprensible, que desaparezca de la noche a la mañana una persona, sin que las autoridades ofrezcan una respuesta aceptable, lógica, a la ciudadanía.

Semanas antes, él había salido de prisión, donde estuvo cerca de un año acusado de tenencia ilegal de armas y delitos políticos. El juicio terminó con el sobreseimiento definitivo de Garzón, quienes estudiante de la Pontificia Universidad Católica de Quito y le falta únicamente rendir los últimos exámenes para recibir el título de doctor en Literatura.

La familia del desaparecido ha llamado virtualmente a todas las puertas oficiales para solicitar una investigación a fondo. Se les ofrece investigar; pero alguna fuerza oculta diluye las buenas intenciones. La madre del intelectual a declarado a medios informativos “ si mi hijo salió con sobreseimiento definitivo, no existe razón para que lo hayan perseguido y detenido nuevamente, por lo que responsabilizo a los organismos pertinentes, por la seguridad de mi hujo”.
Pese a cuanto pueda decirse en contrario, vivimos en “Una isla de paz”, en un estado de derecho, donde se garantiza la existencia humana. Nuestros mandatarios y otras altas autoridades actúan acordes a las normas de los Derechos Humanos, incluso, se ha criticado en muchas ocasiones el uso y abuso de instituciones universales como el Hábeas Corpus, que en varias oportunidades han devuelto la libertad a delincuentes. Hay sin embargo, como mosquitas en leche, casos que originan inquietud social, como el de los hermanos Restrepo, que ha motivado la intervención del presidente de la República y de ministros de gobierno de dos administraciones, así como la participación en el proceso investigativo de detectives y juristas internacionales.

Según a revelado a la prensa la madre del escritor, Garzón fue objeto de un homenaje de desagravio, ofrecido por compañeros de estudio y amigos. Tras el acto social, se retiró en horas de la noche, con dirección a su casa. Jamás llegó a su destino. Según ha dicho un periodista: “… tuvo lugar un acto de magia; por algún milagro desapareció de la faz de la tierra”

No conocemos personalmente al escritor, aunque hemos leído elogiosos comentarios sobre su obra. Sabemos de su valía y el aprecio logrado entre sus iguales, lo que ha motivado que el Frente de Escritores – presidido por el novelista Marco Antonio Rodríguez – tome a cargo las gestiones a favor de la integridad física de Garzón.

Ignoramos la filiación política del desaparecido; pero estimamos que ello carece de importancia, pues todos los ecuatorianos somos iguales ante la ley, seamos de derecha, de izquierda o de centro. Importa solo que se trate de una vida humana. De una persona injustificadamente desparecida.

Díaz Ycaza, Rafael. "El escritor desaparecido". El Universo. Botella al mar. (Guayaquil), 5 de marzo de 1991.

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