viernes, 27 de diciembre de 2024

Homenaje a Pedro Restrepo

 https://www.elcomercio.com/actualidad/ecuador/pedro-restrepo-tiene-su-funeral-en-la-casa-de-la-cultura-ecuatoriana-en-quito.html

https://planv.com.ec/historias/pedro-restrepo-una-lucha-inquebrantable-que-desnudo-un-pais/

Alfredo Pérez Bermúdez

LOS DESAPARECIDOS

Ha fallecido en estos días don Pedro Restrepo y es difícil escribir y catalogar su lucha por lo sucedido hace 36 años con la desaparición de sus hijos Carlos Santiago y Pedro Andrés Restrepo Arismendy (8 de enero de 1988, gobierno de León Febres Cordero). Apenas he esbozado una frase para las redes sociales: Nos enseñó a saber que los desaparecidos no desaparecen, son memoria, son eternos; como eterna es para mi la memoria de Gustavo Garzón Guzmán desaparecido en el Gobierno de Rodrigo Borja Cevallos (10 de noviembre de 1990), compañero de avatares en la literatura y en sus últimos años amigo cotidiano de bohemias y estudios de afirmación de los derechos populares.

Como ellos: los Restrepo y Gustavo, ha habido y hay cientos de desaparecidos en el Ecuador republicano. Hoy, diciembre de 2024 (gobierno de Daniel Novoa), cuatro niños han sido secuestrados y desaparecidos por “las fuerzas del orden” en uno de los tantos barrios pobres de Guayaquil. No cabe duda de que son del “orden”, del establishment instaurado. Por eso, lo sucedido en el sur de Guayaquil en estos días, revela el verdadero signo de la República que vivimos. Una República que, menos que un Estado, un país, es en realidad un botín asediado por los intereses de diverso empeño.

Las narraciones abundan en las redes sociales sobre este último execrable hecho, obnubilan, aclaran y obscurecen los detalles de este atroz e incalificable caso, deprimen; todos quieren tener la verdad, aunque fuera forzada o mentira forzada; la prensa oficial, pieza por demás importante en el establishment dice lo suyo y calla lo suyo, porque lo suyo es importante arma del asedio. Pero la verdad en este caso es única: los niños Ismael y Josué Arroyo y a sus amigos Saúl Arboleda y Steven Medina NO ESTAN y sus padres y la sociedad LOS QUIERE VIVOS, como María Fernanda Restrepo Arismendy quisiera vivos a sus hermanos y doña Clorinda Garzón de Guzmán a su hijo. ¡Y nosotros!.

Pero el Estado, este Estado, es un sistema fuerza que trasciende nuestra vidas, porque para el establishment no tenemos rostro, no somos mujeres ni hombres, ni indígenas ni mestizos, ni blancos ni negros, ni campesinos, ni siquiera ciudadanos a no ser por la burocrática cédula o documento de “identidad”. En realidad, somos solo números en sus reglas impersonales porque el dominio así lo estableció con la República colonial en la que se sustenta la República neocolonial de ahora, de este siglo. Por eso, los niños de Las Malvinas – Guayaquil pronto serán parte del cálculo estadístico de los desaparecidos. 

Ningún gobierno, al menos desde el famoso “retorno a la democracia” (1979), ha dejado de ser responsable de estos execrables hechos, los datos están ahí, los datos no mienten y aunque acusemos a la prensa oficial de impura y corrupta, algo nos han desvelado de los abusos del poder y sus redes de poderes encubridores de sus crímenes, como fue el caso, de los hermanos Restrepo, como fue el caso de Gustavo Garzón Guzmán y los cientos de desaparecidos en Ecuador. No hay gobierno que esté libre de culpa. ¿cuántos los hubo desde 2007 al 2023?, en ese lapso los hubo por docenas y de variadas características. ¡Pero claro! han de esconder las piedras y sus manos ensangrentadas.

Pero en estos tiempos, mientras el poder esconde la piedra, el sutil “contra hegemonismo” ha de reivindicar a los muertos, ha de apropiarse del dolor de sus padres, de sus familiares, para usarlo políticamente, porque posiblemente eso le dará más militancia burocrática, más ideología para cubrir los vacíos de su propaganda, más votos, más alcurnia política. ¡QUÉ VERGONZOSO!. Ahí es cuando choca la verdad y la mentira, la objetividad y lo emocional político, las lágrimas y las ansias de poder; mientras las ausencias no se llenan, el dolor no para y la depresión hace presa en una ciudadanía absorbida por los hechos, ahora que los Trolls Center políticos pretenden manejar nuestras subjetividades.

No hay palabras para descifrar el caso de los niños de Las Malvinas. No hay palabras para describir la lucha de don Pedro Restrepo que hoy ha fallecido, la lucha de doña Clorinda Garzón de Guzmán que pronto se irá a lo eterno, la lucha de los familiares de todos los desaparecidos en Ecuador, solo que nos han enseñado que los desaparecidos no desaparecen, son memoria, son eternos y exigen JUSTICIA, no venganza: JUSTICIA.

https://www.facebook.com/alfredo.perezbermudez.6



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