El escándalo Irán-Contras fue un controvertido episodio político durante la presidencia de Ronald Reagan (1981-1989) en Estados Unidos, que involucró la venta secreta de armas a Irán y el desvío de fondos a los Contras en Nicaragua.
¿De qué trató?
Venta de armas a Irán:
A pesar de un embargo estadounidense, el gobierno de Reagan autorizó ventas secretas de armas a Irán (en guerra con Irak) a través de Israel.
El objetivo declarado era asegurar la liberación de rehenes estadounidenses en Líbano, retenidos por grupos proiraníes.
Financiamiento ilegal a los Contras:
Parte del dinero obtenido de las ventas de armas fue desviado ilegalmente para financiar a los Contras, un grupo rebelde anticomunista que luchaba contra el gobierno sandinista en Nicaragua.
El Congreso de EE.UU. había prohibido expresamente ayuda militar a los Contras mediante las Enmiendas Boland.
Descubrimiento y consecuencias:
El escándalo estalló en 1986 cuando se revelaron los detalles de la operación clandestina.
Varios altos funcionarios, como el coronel Oliver North (asesor de Seguridad Nacional) y el almirante John Poindexter, fueron condenados (aunque algunas sentencias fueron anuladas en apelación).
Reagan negó inicialmente conocimiento directo, pero luego admitió responsabilidad política.
Impacto:
Dañó la imagen de Reagan, aunque su popularidad se recuperó.
Puso en evidencia la participación de EE.UU. en operaciones encubiertas en América Central y Oriente Medio.
Llevó a reformas en la supervisión del Congreso sobre actividades de inteligencia.
Fue uno de los mayores escándalos políticos en EE.UU. durante la Guerra Fría, mostrando cómo se manipularon leyes y fondos públicos para objetivos geopolíticos.
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